“Ni con millones de monedas de oro se puede recobrar un solo kwh desperdiciado. Qué mayor pérdida, entonces, que la de la energía y el tiempo gastado infructuosamente”

¿Y porque tan caro?

Ciudad Juárez, Chih. A 14 de Abril del 2015.- Cuándo el autor de “Think and Grow Rich”, Napoleon Hill escribió sobre “la definición de propósito” lo hizo para toda actividad humana incluyendo el ahorro y la eficiencia energética. La claridad de propósito es muy importante y de alto valor en los procesos energéticos ya que se requieren objetivos claros y específicos.

Después de 30 años de estar en este mercado, nos topamos con empresas que “tienen que ahorrar energía” más con una falta de objetivos claros y definidos para lograrlo. Esto se debe principalmente a dos razones:

• La dirección o la gerencia ha indicado que se ahorre energía
• Es la moda

Lo anterior genera mucha incertidumbre ya que no se generan planes enfocados a un resultado definido, sino que se trabaja de manera desasociada de los diferentes sistemas energéticos y sin generar proyectos específicos basados en las necesidades propias y definidas de la propia empresa.
¿A qué me refiero con esto? A continuación les hago el recuento de algunos ejemplos.

Ejemplo No. 1 Factor de Potencia:

En una visita con un cliente, hace más de 3 años, y al ver su factura eléctrica detectamos que estaban pagando recargos por bajo factor de potencia por $120,000 al mes. Al comentarle sobre este potencial de ahorro monetario nos indicó que le hiciéramos un estimado de inversión necesaria para corregir ese pequeño detalle de $1,440,000 pesos al año. Al entregarle la estimación e indicarle que la recuperación era menor a 18 meses nos preguntó ¿Y por qué tan caro? Tres (3) años más tarde, el factor de potencia se comportaba cada vez peor y los costos por recargos se siguieron pagando y nosotros insistiendo en el potencial de ahorro. Finalmente, nos dieron acceso a sus instalaciones y un nuevo supervisor de mantenimiento nos indicó que había encontrado que la empresa YA tenía capacitores y lo único que hubo que hacer fué subirle al interruptor correspondiente para ponerlos en operación lo que desapareció de inmediato el recargo y le dio una bonificación. Hasta ahí se ha quedado el programa de ahorro y eficiencia energética.

Ejemplo No. 2 Iluminación

El sistema de iluminación en las empresas es uno de los sistemas que más fácil se corrompe en su diseño, ya que hay muchas “opiniones” de cuál es el mejor. Este problema lo hemos detectado con varios clientes que desean un cambio en sus sistemas de iluminación e invitan a varios contratistas y/o vendedores a “cotizar” el sistema de iluminación. Cuando llegan las cotizaciones, llegan de todos colores y sabores y crean una confusión total en cuanto a tipo de luminarias, temperaturas de color, tecnologías (HID,T5, T8, LEDS), alturas de montaje, luminarias con o sin difusor etc, etc, etc. Además aparece la pregunta ¿Y por qué tan caro?, y como en muchas ocasiones se van por el precio más barato, en la mayoría de las ocasiones termina no cumpliendo con las necesidades del cliente, aunque muchas veces es mejor de lo que se tenía. ¿Porque?

• No se hizo un proyecto con base a las necesidades del cliente sino a las conveniencias del que propone
• El proyecto no se evaluó en cuanto a la eficiencia total del sistema energético, sino solo al sistema de iluminación.
• Las cotizaciones son tan diferentes debido a la diferencia entre proyectos. Si lo comparamos con un proyecto de un edificio cuando estos se diseñan, se analizan diferentes tipos de edificios, más al final solo se cotiza sobre el que se escogió y se decide sobre un solo proyecto en particular. Es decir se comparan naranjas con naranjas y no peras vs manzanas. ¿Confundido?

En muchos de estos proyectos nos dicen, “quedó mejor de lo que teníamos antes”, más la pregunta es ¿Es lo que requieren para operar eficientemente? En la mayoría de las ocasiones, desafortunadamente la respuesta es NO. Un sistema de iluminación mal diseñado puede costar millones de pesos y/o dólares en pérdidas de productividad, errores en producción y accidentes. El problema no es la cotización más barata, el reto es encontrar el precio adecuado para cubrir las necesidades de operación de la empresa. Hay que hacer un (1) proyecto que cubra las necesidades de la operación y que se cotice sobre ese y no hacer múltiples proyectos para ver cuál es el mejor (sic), perdón, el más barato.

Ejemplo No. 3. Sistemas de automatización y control

En los sistemas de automatización y control muchas veces sucede lo mismo que en los sistemas de iluminación. No hay un proyecto definido basado en las necesidades, problemática y retos del cliente. No hay una análisis a conciencia de esas necesidades y por lo tanto el cliente está expuesto a las conveniencias y particularidades de cada vendedor, contratista o de quién propone.

En los sistemas de automatización y control hay una necesidad de darles mantenimiento y seguimiento para su operación y cuando no hay una visión clara y definida del porque se instalan estos sistemas, terminan como elefantes blancos en las empresas. De ello tengo varias historias de terror así como ejemplos de grandes éxitos.

Aquí lo mismo: es necesario desarrollar un proyecto con objetivos muy bien planteados para que el proyecto concluya con los resultados buscados y no con un cliente asustado y vacunado contra el ahorro y la eficiencia energética.

Ejemplo No. 4. Aire comprimido

Una empresa estaba comprando conectores rápidos muy baratos $35.00 pesos por conector y se estaba ahorrando mucho dinero en la compra de los conectores ya que el conector de mejor calidad cuesta $78.00, es decir 222% más. Resulta de que la calidad del conector que se estaba comprando es muy baja y que el retiro de la manguera dejaba al conector mal cerrado o se quebraba muy fácilmente y se quedaba con fugas, que en general, se estimaron en $367,500 al mes en 245 fugas similares. La compra de los conectores MÁS CAROS que eliminaron las fugas fue de $19,110.00. El resto se los dejo de tarea…   ¿Y por qué tan caro? 222%.

El establecer un programa de ahorro y eficiencia energética es igual que construir una casa: necesitamos planos arquitectónicos, de servicios, de fachada, etc.; o como de ir de viaje: necesitamos un plan de vuelos, mapas, presupuestos etc. Los proyectos de eficiencia energética requieren del apoyo de especialistas en la materia, mas es importante que todos trabajen bajo un mismo plan. Nuestra recomendación es desarrollar un sistema de gestión que les permita establecer las bases para la creación de los diferentes proyectos de los sistemas energéticos que integran el uso de la energía en las empresas enfocados a un fin común: la eficiencia energética y la reducción de costos. Esto eliminará la pregunta ¿Y por qué tan caro? y la cambiamos a:

• ¿Por qué desperdiciamos energía a $0.10 – $0.14 USD/kwh?
• ¿Por qué no invertimos $0.01-$0.03 USD/kwh y eliminamos el desperdicio?
• ¿Por qué sí hay dinero para pagar ineficiencias y no hay dinero para invertir en eficiencia?
• ¿Por qué no contratamos a un especialista en ahorro y eficiencia energética?

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