Después de los primeros cuatro meses en las que la estructura de cobro de la energía cambió, en donde la CRE estableció un período de transición con la finalidad de que los usuarios del suministro básico se familiaricen de manera gradual con el esquema establecido a finales del 2017, ahora nos indican que ahora si es en serio y que la nueva facturación “Ahora si va en serio”.
Sin embargo, debido al desorden y caos que esto ha causado, y a la gran cantidad de errores que hemos detectado, es importante que se haga una buena revisión de todas las facturas desde diciembre del 2016 a la fecha de manera de poder definir las tendencias y en dado caso detectar y determinar errores en las facturaciones anteriores y su efecto en las facturaciones nuevas.
Es importante hacer un buen análisis de ello, ya que si hay errores de facturación se harán las modificaciones correspondientes y se cobrará lo que no se haya cobrado. Esto sucede cuando es a favor de ellos, sin embargo, hemos encontrado facturas en contra del cliente que es necesario corregir para tener la oportunidad de poder solicitar la acreditación de los que se pudo haber cobrado adicionalmente.
Hemos detectado errores en medición, estructura y precios, por lo que es fundamental conocer y reconocer cualquier irregularidad en la facturación nueva. De acuerdo a la información de la CFE, lo nuevos recibos si incluirán los costos unitarios de cada uno de los servicios que vienen indicados en la nueva estructura.
Algunos de esos errores ya han sido reconocidos por la CRE y por CFE, pero no todos se han corregido o se han corregido a medias.
Esto ha causado que muchas empresas se encuentren con una incertidumbre de la cantidad de dinero que tendrán que tener en cuenta adiciona a lo que ya se ha cobrado, así como la incertidumbre de estar reportando o de haber reportado costos de operación de manera errónea.
Esto está impactando a más de 5.5 millones de empresas en el país y ha generado desconcierto entre la forma en cómo se cobra la energía, y sobre todo en el cobre del rubro de distribución en el que se toma en cuenta la demanda máxima de un año anterior, así como el cambio de estructura de que el componente de costo por demanda se incrementó en cerca de un 200%.
A la fecha, abril 23, CFE no ha publicado los costos para el mes de abril cuando se publicaban el día primero de cada mes. Con esos cambios se complica tener la seguridad de que los precios son los adecuados.
La inseguridad y desconfianza de que lo que se está creando por parte de CFE es justificada. Por ello la sugerencia es que se revisen todos los recibos a conciencia desde diciembre del 2016, analizar las tendencias de demandas, consumos, factor de potencia, así como los costos en cada uno de los rubros que se facturan.