De acuerdo con los últimos estudios en industrias y comercios, del 30 al 40% de la energía que se utiliza se desperdicia de varias formas.
El desperdicio de energía se da por diferentes formas, desde dejar las luminarias exteriores encendidas durante el día, hasta descuidos y desconocimientos fundamentales entre ellos que los equipos como las televisiones que están apagadas esperando una señal del control remoto para encenderlo. A pesar de que la televisión esté apagada, hay una cierta cantidad de energía que se mantiene consumiendo, esperando a que se le dé la orden de encenderse. Mucha gente considera que eso no es mucho, sin embargo, si lo vemos desde un punto de vista global, hay una gran cantidad de televisiones encendidas y ese volumen obviamente se genera un consumo que viene a través del sistema eléctrico.
Nuestra forma de vida actual requiere energía para mantener los equipos en operación y esperando a que se enciendan o se mantengan encendidos para nuestro confort. La pregunta en esto es si estamos haciendo un buen uso de esos equipos y el tiempo durante el cual los tenemos encendidos y apagados.
Es importante recordar que la energía se contabiliza por horas. Las empresas suministradoras nos cobran kW-hora, es decir el uso de la energía a través del tiempo. Este proceso de uso sobre el tiempo nos permite poder gestionar adecuadamente los equipos y utilizarlos adecuada y eficientemente durante el tiempo de uso.
Por ello es imprescindible tener un cuidado muy definido para identificar cuando se está desperdiciando energía. Cualquier equipo eléctrico que no se esté utilizando y se pueda apagar, es sentido común que se apague por lo que es necesario establecer una cultura para apagarlos a través de procesos operativos.
Como ejemplo está la iluminación, el aire acondicionado y todos los equipos de manufactura que al finalizar el turno de trabajo se apaguen, como compresores, bombas, bandas, y tantos equipos que pueden apagarse cuando no están en uso. La cantidad de equipos que pueden apagarse es verdaderamente impresionante una vez que se es consciente de esto, lo que ayuda de manera importante a reducir el uso de la energía y que tiene un impacto en la facturación.
El desperdicio de energía es una cuestión de conocimiento y conciencia. Esto solo se logra con educación y compromiso de parte de los usuarios, por lo que es fundamental para esto que los usuarios conozcan las características de los equipos que operan y cómo cuidarlos y mantenerlos prendidos y apagados de acuerdo con sus procesos de operación.
Es lamentable ver la cantidad de energía que se desperdicia en la industria y la falta de interés de reducirla. Realmente no es tanto trabajo adicional como muchos suponen.
Desafortunadamente la energía no es como el agua. La energía es intangible y no se ve o se aprecia la cantidad de energía que se desperdicia durante el día y durante las operaciones, por eso es que la implementación de procesos de encendido y apagado son importantes en todas las etapas productivas.