PEMEX

¿Es de los Mexicanos? 

El 18 de marzo del 2015 se festejó el segundo aniversario de la expropiación petrolera después de la proclamación de la Reforma Energética en diciembre del 2013. En el evento el Presidente de la República nos volvió a insistir que PEMEX es de todos los mexicanos, sin embargo el líder petrolero insistió en que no habrá despidos en PEMEX y a la vez de que el Presidente nos indicaba la fortaleza de la “empresa de todos los mexicanos”, Videgaray nos decía que México no crecerá debido a la caída de los precios del petróleo que debilita a esta misma “empresa de todos los mexicanos”.

Yo siempre me he preguntado ¿Cuál parte de “PEMEX es patrimonio de todos los mexicanos” NO entiendo? Y termino completamente confundido con los mensajes de los que “administran” a esta empresa o mejor dicho a MI empresa. Solo basta entender un poco de la historia para comprenderlo.

El general Lázaro Cárdenas, quien ocupó la Presidencia de México de 1934 a 1940, comenzó con la implantación de políticas socializantes que abarcaron el sector agrario a través de la expropiación de tierras  y en el sector industrial y el ferrocarril a través de estatizaciones que hasta la fecha han derivado en un estancamiento del país.

Las peticiones de aumentos salariales siguieron creciendo y se expuso ante la Junta de Conciliación y Arbitraje (JCyA) a través de un peritaje realizado por Jesús Silva Herzog quién se confesaba abiertamente comunista quién era economista y ex embajador de México en la URSS, y quién terminó siendo uno de los participantes más activos en la expropiación petrolera.

La JCyA falló a favor de los obreros y las empresas petroleras recurrieron a la Suprema Corte de Justicia quien terminó dándoles la razón a los obreros. Esto obviamente tensó las relaciones con las empresas quienes retiraron sus fondos de bancos y comenzaron una campaña de desprestigio en el extranjero. Estas actitudes fueron las que finalmente derivaron en la expropiación petrolera el 18 de marzo de 1938, argumentando que se estaban sacudiendo la dictadura económica del capitalismo imperialista.

Los intereses extranjeros representaban el 70.5% en manos de empresas anglo-holandesas y 29.5% por empresa estadounidenses. Se asegura, a través de diversos testimonios históricos, que el gobierno de Estados Unidos tuvo una intervención en que apoyaban la expropiación petrolera debido a los intereses que este tenía en ganar una guerra petrolera a nivel mundial y sobre todo con los consorcios anglo-holandeses de esa época. Lo que resultó fue una mayor dependencia económica de México hacia Estados Unidos a través de la importación de productos petroleros y de préstamos.

A partir de este momento es cuando termina la “dictadura económica del capitalismo imperialista” y comienza una dictadura política y servilismo que nos tiene retrasados más de 75 años de progreso en el país, ya que con todo el dinero, joyas y demás bienes que los mexicanos le dieron al gobierno para quitarnos de encima a las empresas extranjeras comenzó una época de corrupción inimaginable.

Las indemnizaciones con todo e intereses ascendieron a 128 millones de dólares de aquellos años y a las empresas americanas se les comenzó a pagar en 1940 y se les terminó de pagar en 1953, mientras que a las anglo-holandesas se les comenzó a pagar en 1948, diez años después, y se les terminó de pagar en 1962. Las empresas norteamericanas fueron las más beneficiadas, ya que algunas de ellas recibieron casi el doble de lo que les correspondía, mientras que las algunas otras, sobre todo las inglesas, recibieron casi la mitad de lo que les correspondía.

También a partir de este momento comenzó una guerra de poder para determinar quién o quiénes serían los dueños de todo lo que tenían en sus manos. Muchos de los técnicos especializados se fueron y el gobierno se quedó con dos grupos de poder, los sindicatos que se sentían los herederos del botín y que comenzaron a dar puestos a personas sin capacidad de operar una empresa de esta índole, y por otra parte a funcionarios gubernamentales incapaces de entender el negocio y mucho menos una forma de administrar la nueva empresa creada el 7 de junio de 1938 “PETRÓLEOS MEXICANOS” PEMEX.

Para 1940, tan solo 2 años después, la empresa ya tenía casi 25% más trabajadores, y para 1947 con una plantilla de 18,822 trabajadores, 50% más que 20 años antes, estos producían 11% menos, 57 millones de barriles vs 64 millones antes (aproximadamente).

Todo esto se salió de proporción de manera inmediata, ya que el 26 de abril de 1940 el propio general Cárdenas aludía que las nuevas condiciones en que la industria se desenvuelve por núcleos pequeños de trabajadores y dirigentes a través de peticiones sin límites, y un aumento constante en erogaciones y un crecimiento ascendente de cargas improductivas pesan sobre la industria, solicitando al ya establecido sindicato de PEMEX la supresión de puestos innecesarios, revisión de salarios y buscar moderación y equidad. Es decir, dos años después ya no sabía qué hacer con la voracidad de funcionarios y sindicato, lo cual lo llevó a casi arrepentirse unos años después de lo que había hecho.

De 1938 a 1973 el monopolio y dictadura petrolera mexicana constituyó una carga a la economía y el fracaso de esta industria cae en el excesivo poder y el abuso del sindicato petrolero que el pasado 18 de marzo del 2015 se puso de manifiesto con las declaraciones de su líder actual, que insiste que no habrá despidos a pesar de los recortes presupuestarios mientras que el secretario de energía diga lo contrario.

Los sueldos en PEMEX son tan buenos que hasta venta de plazas hay, es decir, hay que pagar para poder trabajar o medio trabajar o no trabajar, pero si recibir un buen sueldo. (Esto desafortunadamente permeo a otras secciones del gobierno.)

Yo nunca he visto o sé que en empresas capitalistas se vendan plazas para que uno pueda trabajar, sin embargo en PEMEX y otras partes del gobierno si se puede, lo que es un indicativo de una corrupción que carcome las propias estructuras del gobierno, y que se reflejó en una intentona de cortar algunas plazas en el sindicato durante el sexenio 1970 a 1976, quién ventaneó al gobierno sobre los aviadores directivos y administrativos que había, lo que terminó en un acuerdo de “calladitos nos vemos mejor” y a seguirle.

A 77 años de la expropiación petrolera y a casi 1.5 años de proclamada la Reforma Energética, mas no implementada, seguimos esperanzados en que el gobierno pueda “administrar” adecuadamente algo que no ha podido hacer, que no sabe hacer y que no hay un interés de hacer, ya que el derroche, mala administración, una corrupción rampante, una productividad por los suelos y una empresa totalmente quebrada por una falta de previsión derivada de un nulo sentido de pertenencia, no puede definir quién o quiénes son los dueños de la misma. Una simple pregunta es ¿Quién o quiénes han sido los responsables de este fracaso? ¿Por qué no hay responsables de este fracaso? Y ahora con la Reforma Energética ¿Quién o quiénes son o serán los responsables del éxito o fracaso de la “Nueva empresa”?

El saqueo sistemático a PEMEX desde su creación, y la determinación de que TODOS somos los dueños, deriva en que NADIE es responsable ya que de acuerdo a Aristóteles en su libro La Política (335 y 332 A.C.), dice que “los hombres se preocupan lo mas posible por sus posesiones privadas y mucho menos de lo que poseen en común, a lo mas solamente en la medida en que ello cae en su parte individual.”

La Reforma Energética no creo que sea la parte que vendrá a cambiar a PEMEX. El verdadero cambio será con una sociedad que exija a sus gobernantes comportarse de acuerdo al bien común y exigir el libre comercio que permita la competencia sana, que es la que establece precios adecuados de los productos y servicios que se ofertan. El gobierno no tiene la capacidad para administrar empresas y la muestra está en PEMEX, CFE, IMSS y la educación.

El control gubernamental y la corrupción están ahogando a México. ¿Vamos a esperar que nos suceda lo mismo que a Venezuela para reaccionar? Muchos dicen que no estamos bajo las mismas circunstancias y que esto es muy difícil que suceda en México. Eso mismo decían los venezolanos hace 25 años de lo que estaba pasando en su país.

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